Los numerosos exilios que en las más variadas direcciones se han producido en el mundo hispánico han fomentado un trasvase de aportaciones lingüísticas, sociales y culturales de gran trascendencia en un continente que hizo suyo un idioma expatriado, enriqueciéndolo en su particularidad mediante la acción de aquellos pueblos que le brindaron acogida. Se atenderá aquí no solo a los exilios más recientes, sino a los muy importantes que tuvieron lugar en el siglo xix así como a los de pequeños grupos que, en acciones modestas, canalizaron intercambios relevantes.